Resolución de conflictos laborales

Un conflicto laboral es un problema, disputa o desacuerdo que ocurre dentro de los ambientes de trabajo por motivos relacionados con las actividades que desempeñan los trabajadores. Generalmente estos conflictos se dan entre personas, pero pueden ser individuales o grupales.

Algunos motivos que pueden provocar problemas entre los colaboradores pueden ser la mala comunicación, las opiniones divergentes o una deficiente gestión operativa. Pueden tener como causa la escasez de recursos, diferentes percepciones en el grupo de trabajo, distintos objetivos, distribución deficiente de tareas, mala comunicación, entre otras razones.

Es importante que tengas en cuenta que pueden presentarse problemas en los espacios de trabajo que no son conflictos laborales, como las discusiones de corte personal. Veamos algunos ejemplos de tipos de conflictos que sí son laborales.

Es muy común que las interacciones sociales conlleven situaciones que quisieran evitarse. Por sí misma, la convivencia abre paso a inconformidades o malos entendidos que crean entornos negativos. A todos aquellos que se dan en los espacios de trabajo, ya sea dentro de las empresas o en sus áreas y departamentos, los conocemos como conflictos laborales.

Estos problemas pueden deberse a una mala comunicación interna o una falta de atención oportuna por parte del área de recursos humanos. Aunque los conflictos laborales son comunes, esto no significa que deban pasarse por alto, pues acarrean consecuencias graves, como la disminución en la productividad o una alta tasa de rotación de personal.

Causas que provocan los conflictos de trabajo

Para que sepas prevenir y resolver estas desagradables disputas, es necesario que conozcas las causas que pueden provocarlas, así que a continuación te dejo una lista de ellas:

Escasez de recursos:

Los trabajadores necesitan, para llevar a cabo sus tareas, determinados recursos como ordenadores, hojas, etc. En una empresa, donde éstos escasean, puede provocar que los trabajadores compitan por ellos, y originar así determinados desacuerdos.

Diferentes percepciones:

Los trabajadores pueden tener diferentes puntos de vista sobre una determinada situación, la confrontación de ellos puede llevar a discusiones y a la consiguiente resolución de conflictos laborales.

Diferentes objetivos:

La empresa debe marcar con la máxima claridad posible sus objetivos. El malentendido puede llegar, si cada trabajador hace sus tareas por alcanzar un objetivo personal y no el común de la empresa.

Distribución de tareas deficiente:

Cada empleado debe tener detalladas y por escrito cuales son sus tareas, porque si ejerce funciones que no corresponden a las exigidas en su puesto de trabajo, puede dar lugar a conflictos laborales por desempeñar tareas de otros compañeros de trabajo.

Mala comunicación:

Un deficiente comunicación puede provocar malos entendidos entre trabajadores o entre trabajadores y gerente. Así que es importante que los empleados tengan claras las políticas de la empresa.

Valores personales contradictorios:

Cada uno de los empleados tiene sus propios valores personales, entre ellos pueden tener diferencias culturales o religiosas, y la no aceptación de un enfoque mutuo puede derivar en discusiones laborales.

Distintas maneras de trabajar:

Cada trabajador tiene una forma distinta de desempeñar sus tareas, por lo que esto puede originar malos entendidos.

Por presión laboral:

Cuando a los trabajadores se les exige la realización de un trabajo en una determinada fecha, puede provocarles presión, y de esta manera estarán más susceptibles, por lo que es más fácil que se produzcan altercados.

Tipos de conflictos laborales

La resolución de conflictos laborales implica saber a qué tipo de disputa nos enfrentamos. Los conflictos laborales se pueden clasificar de diferentes maneras, según el enfoque que utilicemos. Tipos de conflictos de trabajo según las partes que intervienen:

Conflicto Intrapersonal: Se produce en la misma persona debido a valores contradictorios entre lo que se le pide y lo que él cree correcto.

Conflicto Interpersonal: En él intervienen varias partes. Normalmente suele producirse entre empleados y superiores o entre los mismos compañeros. También se puede dar entre empleados y clientes.

Conflicto Intragrupal: El que se produce dentro de un mismo grupo.

Intergrupal: Sucede entre distintos grupos.

Conflicto Interorganizacional: Entre dos o más organizaciones.

Tipos de conflictos de trabajo según las causas que lo motivan:

Conflicto de relación: Suele producirse al chocar diferentes personalidades.

De información: Debida a malos entendidos.

Conflicto de intereses: Cuando cada uno tiene unas necesidades y hace sus tareas obstaculizando los intereses de otros.

Conflictos estructurales: Se producen por desigualdades culturales o educacionales en cuanto a los roles.

Conflictos de valores: Cuando un empleado intenta imponer sus valores a otro.

 Tipos de conflictos de trabajo según su naturaleza:

  • Conflicto falso.
  • Verdadero
  • Conflicto contingente:puede solucionarse fácilmente con diferentes alternativas.
  • Conflicto desplazado: conflicto menor que esconde a un conflicto mayor, que es el que se debería disputar.
  • Conflicto mal atribuido: Cuando los que intervienen en un conflicto no se han percatado de su existencia.

Tipos de conflictos en el trabajo según su resultado:

Conflicto constructivo: Cuando se haya llegado a un acuerdo que satisface a todas las partes.

Conflicto destructivo: No se ha encontrado una solución.

Cómo prevenir los malos entendidos

Siempre es mejor prevenir que tener que recurrir a la resolución de conflictos laborales. Así que vamos a mencionarte una serie de claves, que debes aplicar para minimizar las posibilidades de que ocurran, porque es imposible que no surjan.

Comunicación adecuada:

Los trabajadores deben de tener siempre, las indicaciones claras y completas de las tareas que deben desempeñar en su puesto de trabajo, incluidos los plazos y las maneras de desarrollarlas.  Es muy importante que la comunicación se base en el respeto y la educación de unos a otros.

Definir la política de la empresa:

Los empleados deben de saber, en todo momento, quienes desempeñan el liderazgo, cuál es el organigrama de la empresa, los objetivos y las responsabilidades que se les exigen, así como saber cuales son las vías de comunicación.

Nombrar a responsables:

Para ayudar a prevenir estos conflictos, es fundamental nombrar a una o varias personas como responsables de la prevención de estas discusiones, y encárgales que detecten las posibles causas que puedan provocarlas y que actúen sobre éstas.

Empatizar y negociar:

Hay que hacerles entender a los empleados, que todos tenemos una personalidad y necesidades diferentes, por lo que es muy importante concienciarles de que deben ponerse en el lugar del otro para comprenderlo, y ser capaces de llegar acuerdos por el bien de la empresa.