Adiestramiento a tus empleados

Adiestramiento a tus empleados: ¿Qué es el adiestramiento laboral?

Para dejar claro qué es el adiestramiento laboral, podemos señalar algunos ejemplos:

El adiestramiento laboral suele aplicarse para enseñar el uso de un nuevo aplicativo o gestionar las labores bajo métodos innovadores.

En una empresa de diseño, la inclusión de una nueva plataforma para el archivo y documentación de las imágenes amerita un adiestramiento de los diseñadores para que sepan cómo acceder a estos archivos y cómo almacenarlos.

De igual modo, se consideran adiestramientos a los talleres o charlas que se dan para la prevención y tratamiento de posible riesgos laborales. Simulacros de alarma por incendio o sismo forman parte de este tipo de educación.

Capacitación laboral

Tal vez no estés al tanto de ello, pero el patrón tiene la obligación de ofrecer capacitación o adiestramiento constante a sus trabajadores con la finalidad de aumentar su nivel de vida, competencia laboral y productividad.

Cuando un patrón paga los cursos y promueve la capacitación de sus colaboradores, está invirtiendo en su capital humano. Se espera que con el aprendizaje y las correctas herramientas, este sea más organizado, eficiente y aporte nuevas ideas a la mesa para facilitar sus labores. Un ejemplo clásico de este tema, es un curso patrocinado por la empresa para que los colaboradores aprendan a utilizar una nueva tecnología.

¿Cuándo se trata de capacitación?

Aunque comúnmente capacitación y adiestramiento se utilizan como sinónimos, existen diferencias entre estos términos. Y lo más importante es que cada uno de ellos, aplica para casos específicos. Por un lado, tenemos a la capacitación que se trata de un proceso que busca mejorar la productividad de los empleados. Esta puede ser mediante programas de aprendizaje que busquen incrementar la habilidad del equipo con las herramientas de su día a día. De esta forma tanto el empleado como la empresa se vuelven mucho más competitivos.

Dentro de los programas de capacitación, se incluyen los apoyos que el patrón puede ofrecer a sus trabajadores para iniciar, continuar y/o concluir con sus ciclos escolares de educación básica, media o superior. Pongamos como ejemplo el caso de un trabajador que cuenta con 10 años de antigüedad dentro de la empresa y cuyo grado máximo de estudios es la preparatoria. Dicho colaborador desea ascender a un puesto gerencial para el cual se requieren estudios universitarios. En este caso, el patrón podrá pagar los cursos necesarios para completar el grado deseado y de esta forma que el trabajador pueda desempeñarse en el puesto.

Otro caso de capacitación que se encuentra frecuentemente en el ámbito laboral es cuando se contrata a nuevos colaboradores y a estos se les “capacita” en las herramientas y procesos utilizados dentro de la organización. Este período de entrenamiento puede durar desde un día hasta un par de semanas, tiempo en el que los trabajadores aprenden todo lo necesario para realizar su trabajo de forma eficiente.

El artículo 153-B de la LFT también menciona como ejemplo de capacitación, el proceso en el que un colaborador con antigüedad dentro de la empresa, se postula para una vacante nueva o disponible. Así que la capacitación no necesariamente está orientada a los nuevos empleados.

¿En qué casos hablamos de adiestramiento?

Mientras que la capacitación se enfoca en estudios que aumentan la competitividad del colaborador y/o empresa; el adiestramiento se enfoca en actualizar y perfeccionar los conocimientos y habilidades del equipo. Adicionalmente, también incluye la instrucción que se le da a los trabajadores cuando se implementan nuevas tecnologías para mejorar procesos o aumentar la productividad.

Es decir que si una empresa decide contratar un nuevo programa para llevar el manejo del inventario y brinda cursos para que su personal lo maneje de forma eficiente; estaríamos hablando de un adiestramiento. Otro ejemplo común es cuando el patrón decide invertir en cursos para que sus trabajadores aprendan a manejar de forma avanzada bases de datos en Excel y Access. Esto también consisten adiestramiento del personal en nuevas tecnologías.

El adiestramiento también incluye instrucción hacia los colaboradores respecto a los riesgos y peligros a los que están expuestos al realizar sus actividades. Dentro de este rubro, se incluye de forma adicional la educación con respecto a las disposiciones oficiales en temas de seguridad, salubridad y medio ambiente de trabajo que apliquen en su caso. El objetivo de estos cursos es evitar posibles accidentes de trabajo.

Las obligaciones de los trabajadores

Al recibir capacitación y adiestramiento por parte de la empresa, los trabajadores también adquieren obligaciones. Aquí te las enlistamos:

Deberán asistir de forma puntual a los cursos, sesiones y otras actividades que formen parte del proceso de capacitación y/o adiestramiento.

Cumplir con las instrucciones del personal encargado de brindar los cursos y con los respectivos programas de estudios.

En caso de que sea necesario, deberán presentar los exámenes de habilidades o conocimientos correspondientes a dicha capacitación y/o adiestramiento.

¿Cómo aplicar la capacitación y el adiestramiento en empresas grandes?

Adiestramiento a tus empleados

El artículo 153-E de la LFT hace la distinción con respecto a las organizaciones que cuentan con más de 50 colaboradores. En estos casos deben crearse Comisiones Mixtas de Capacitación, Adiestramiento y Productividad. Estas deberán estar integradas por el mismo número de representantes, tanto de los trabajadores como de los patrones. Los objetivos de estas Comisiones son:

Vigilar, operar y mejorar los programas de capacitación y adiestramiento.

Proponer los cambios necesarios en la organización de la empresa o las relaciones laborales. Estos deberán ir acorde con las mejores prácticas tecnológicas y para la empresa para aumentar la productividad.

Sugerir nuevas medidas para impulsar la capacitación, medición y aumento de la productividad. También para garantizar un reparto equitativo de los beneficios.

Supervisar el correcto cumplimiento de los acuerdos de productividad.

Resolver discrepancias presentadas por los trabajadores con respecto a la distribución de los beneficios de la productividad.