Gaslighting en la oficina: Conócelo y frénalo de inmediato

Gaslighting es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.

Origen

Este término, que realmente no tiene traducción al español, viene de la película clásica de Hollywood llamada “Gaslight”, en la que un hombre manipula a su mujer para que crea que está loca y así robar su fortuna escondida. Él esconde objetos (cuadros, joyas) haciéndole creer a su esposa que ella ha sido la responsable, aunque no se acuerde. También atenúa la luz de gas (no había electricidad) y le hace creer que el fuego sigue brillando en la misma intensidad que antes.

Gaslighting en la oficina:

Gaslighting en la oficina

En el lugar de trabajo, un gaslighter puede ser un gerente negativo, una colaboradora intrigosa, un grupo prejuicioso, un cliente molesto o un competidor calumniante . El gaslighting también puede ser el resultado de un sesgo institucional y sistemático o de una cobertura negativa en redes sociales y medios. Un gaslighter puede buscar y victimizar a grupos así como a individuos.

Los siguientes cuatro atributos suelen distinguir el gaslighting de oficina de otros tipos de desafíos en un trabajo:

La situación laboral complicada está basada en la negatividad y un sesgo institucional, grupal o individual, en lugar de en evidencias sólidas, datos duros, casos establecidos y/o evidencias.

El complicado ambiente de trabajo crea una narrativa negativa/desfavorable acerca de la víctima (contrario a las evidencias), y daña su reputación personal o profesional.

El maltrato persiste durante un periodo de tiempo, a pesar de llevar un récord de colaboración, contribuciones y logros positivos por parte de la víctima.

Cuando se le pregunta al gaslighter, típicamente niega el maltrato e incluso puede ponerse a la defensiva, descartar, evadir o contencioso. En lugar de usar la verificación y los hechos para resolver problemas, el gaslighter puede llegar a escalar las cosas y volverse más agresivo o a aislar y volverse más pasivo agresivo.

Fases que suele utilizar el abusador

1. «Eso nunca sucedió»

El ‘gaslighting’ a menudo hace que la víctima dude de sí misma. Por ejemplo, alguien hará o dirá algo abusivo y luego negará que alguna vez sucediera.

«La víctima comienza a dudar de sus instintos y cada vez confía más en la ‘realidad’ que crea y manipula la persona abusadora. También aumenta la sensación de dependencia hacia el abusador»,.

2. «Eres demasiado sensible»

Esta es una frase empleada por quienes hacen ‘gaslighting’ para minimizar e invalidar los sentimientos de su víctima.

Si la víctima intenta expresar su dolor o decepción, el manipulador puede decirle que está haciendo un gran problema con la nada.

«La intención es hacerte sentir torpe por intentar defenderte. Una vez que una pareja abusiva destruye la capacidad de la víctima para confiar en sus propias percepciones, es más probable que ésta tolere el comportamiento abusivo y se quede en la relación».

3. «Tienes una memoria terrible»

Esta es otra frase común que dicen quienes usan esta técnica para hacer que las víctimas duden de sí mismas. Por supuesto, todo mundo experimenta problemas para recordar ciertos detalles, pero se asegura que los ‘gaslighters’ harán que su víctima dude de su memoria en general.

Cómo reconocer el gaslighting

Uno de los indicadores de que la persona está siendo objeto de la luz de gas es que la víctima empieza a sentir confusión, incomodidad o percibe que algo no está bien pero no entiende el qué. Es lo que en psicología se llama ambivalencia, que genera sentimientos de rechazo, aceptación y perplejidad.

Lo primero es que la persona empiece a dudar de sí misma: “Es un nivel de violencia pasivo-agresiva en la cual la persona, diga lo que diga, siempre está desestimada. Es una situación paradojal en la cual la víctima no puede defenderse y si lo quiere hacer, muchas veces no hay evidencias concretas. Por eso a veces se le llama ‘abuso psicológico sutil’. Pero no es sutil por el efecto, sino por la forma.”

Según los expertos, los efectos que puede provocar el gaslight continuado en una persona pasan desde la confusión primaria a la pérdida de autoestima o el estrés, hasta llegar incluso a la ansiedad o a la depresión.

Desde el punto de vista comunicacional, todos podemos cometer una conducta de gaslightin. El problema es cuando se instala como una pauta, como un patrón de conducta, ahí empezamos a hablar de una cuestión más patológica y de mucho impacto para la víctima.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo del gaslighting?

Apartarse de una relación laboral emocionalmente abusiva es un primer paso esencial, pero los efectos a largo plazo de una experiencia como ésta pueden ser considerables. A continuación se indican algunas de las formas en que una persona puede verse afectada por el gaslighting.

  • Baja autoestima
  • Estrés crónico
  • Manifestaciones físicas de estrés
  • Dificultad para confiar en los demás
  • Niveles elevados de cortisol (una hormona que produce estrés)
  • Insomnio
  • Aislamiento de los demás
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Comportamiento suicida

¿Cómo frenarlo?

Alza la voz si notas un trato hostil constante de parte de tu jefe o algún compañero de equipo, no dudes de tu sentimiento, coméntalo con algún compañero de confianza o directamente con otro líder del equipo en caso de que tu jefe sea el agresor.

No busques la aprobación externa, pues en ocasiones, por no querer generar conflicto, puedes dejar pasar las agresiones de tu compañero o jefe, pero siempre piensa: ¿qué es lo que realmente te impide poner un alto y exigir respeto o hacer visible el problema?

Las agresiones pueden ser como una bola de nieve, pueden iniciar por actos aparentemente inofensivos y terminar en grandes daños. No te quedes callado ante acciones o comentarios que sientas agresivos, pues así podrás ir aclarando y descubriendo si simplemente se trata de un desacuerdo o se trata de alguien queriendo manipularte para tergiversar tu percepción y hacerte dudar de lo que sientes o piensas ante una agresión.

Siempre ten presente la soberanía sobre tus pensamientos y sentimientos. No te disculpes por sentir ni te avergüences de lo que sientes, pues tus pensamientos y sentimientos no deben estar sujetos a discusión. Si sientes algún trato hostil de parte de algún compañero o de tu jefe, no minimices lo que sientes, habla con la persona en cuestión y expresa cómo te hizo sentir.

Si la persona cambia su comportamiento posiblemente solo se haya tratado de un malentendido. Pero si notas que este trato es constante y continúa aún cuando hayas expresado tu molestia y exigido respeto, coméntalo con tu líder o con otro compañero.