Comer bien en la oficina

Comer bien en la oficina te ayudará a mejorar la salud, el rendimiento y te permitirá mantener tu figura e incluso adelgazar si lo necesitas. He aquí la guía definitiva para mejorar tu alimentación y seguir una dieta saludable y ligera en el trabajo, con los más prácticos y sencillos consejos e ideas de menús para comer sano, variado y ligero en la oficina.

Una encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) a nivel nacional entre dos mil trabajadores revela que un 76,4% tiene unos hábitos alimentarios en el trabajo entre “algo y nada saludables”. Además, un 50% define su trabajo como sedentario.

Comer bien en la oficina: No te saltes ninguna comida

La falta de tiempo o la distracción del trabajo pueden favorecer que te saltes alguna comida. ¡No lo permitas! Es importante tratar de organizarse, ya que comer de forma regular durante el día mantiene constantes los niveles de azúcar en sangre y de esta manera se evita llevar con hambre voraz a la siguiente comida. Frutos secos, yogur, queso fresco o una pieza de fruta son buenas ideas de tentempiés saludables.

Agua, la mejor bebida

Para acompañar la comida o simplemente hidratarse, elige siempre agua. Evita los refrescos y las bebidas azucaradas (zumos, bebidas energéticas o cafés envasados) ya que con contribuyen de manera beneficiosa a tu salud y añaden azúcares y calorías extra que no necesitas. Además, parte de la hidratación se puede obtener de los alimentos, ya que las frutas y verduras contienen grandes cantidades de agua.

¡Cuidado con la cafeína!

Es normal tomar un par de cafés al día, para espabilarse por la mañana o para mantenerse activo durante la jornada. Lo cierto es, que a veces debido al ajetreo del día a día podemos tomar más de la cuenta y eso sin sumar los refrescos que llevan cafeína o bebidas energéticas. Su exceso puede causar insomnio, ansiedad y agitación. Intenta evitar un consumo excesivo. Reduce el número de cafés al día. Si te gusta mucho su sabor o ya es un hábito, intenta cambiar alguno por café descafeinado y pásate al café arábigo, con menor contenido en cafeína. Evita los refrescos azucarados y con cafeína. ¡Come equilibradamente bien! Una adecuada alimentación te dará la energía que necesitas.

Fruta de postre

La planificación del menú en la oficina debe tener en cuenta también el postre y si eres de la que necesitan terminar la comida con algo dulce, la fruta es lo mejor. Las frutas aportan una gran variedad de vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y agua. Su consumo diario puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas, como las cardiopatías, obesidad y la diabetes. La OMS (Organización Mundial de la Salud) calcula que “cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras”. Eso sí, lo ideal es apostar por frutas de escasa fermentación para favorecer una buena digestión, como las fresas y otras frutas rojas como frambuesas, moras, arándanos o grosellas.

Planifica el menú semanal

Muchas veces por falta de tiempo terminas comiendo lo mismo, o no sabes qué cocinar. La planificación de un menú semanal es un excelente hábito que puede traerte muchos beneficios. Tendrás una alimentación más variada y saludable, ahorrarás mucho tiempo porque no tendrás que preguntarte cada día qué cocinar, puedes tener varias cosas preparadas de antemano (verduras cortadas listas para usar) y solo con una visita a la semana al mercado será suficiente. Además, preparar la comida en casa es más económico que comer fuera. También, al tener todo planificado te permitirá hacer una lista de la compra con todo lo que vas a usar durante la semana, podrás seleccionar alimentos de temporada que suelen tener un precio más ajustado, contribuirás a la sostenibilidad y medio ambiente y adquirirás alimentos más ricos en nutrientes.

Pasamos una media de 8,5 horas al día en nuestro lugar de trabajo y en ese tiempo es cuando realizamos la mayor parte de nuestro consumo total de alimentos.

Según el estudio de la SEEDO:

  • Un 32% desayuna en el trabajo.
  • Un 29,3% almuerza y un 25,3% come.
  • Un 22,9% pica algo.
  • Un 13,5% merienda.
  • Un 9% incluso cena.
  • Un 6,2% toma el aperitivo.
  • Solo un 8,4 no come nada.

En cuanto a los alimentos que más se consumen en el trabajo:

  • Un 63,3% toma café, infusiones o té.
  • Un 41,7% come fruta.
  • Un 41,5% se lleva comida casera de táper.
  • Un 31,7% come bocadillos, un 23,2% lácteos y un 20,6% frutos secos.
  • Un 14,3% va al restaurante.
  • Un 12,3% pica snacks salados.
  • Un 4,3% come precocinados y un 3,6% fast food.

Las bebidas más consumidas son el agua (77,3), seguido del café o el té y un 11,1% toma refrescos.