La depresión laboral: ¿Te suena el concepto de depresión laboral? Es probable que, intuitivamente, si escuchas este concepto pienses en bajas laborales por depresión o en problemas en el trabajo. Y no vas mal encaminado: la depresión laboral es el término que utilizamos para referirnos al trastorno del estado de ánimo, la depresión, causada por dificultades o problemas en el trabajo.
Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trabajo es beneficioso para la salud mental, pero cuando este nos causa infelicidad y sufrimiento puede aparecer la depresión laboral. Según la propia OMS, algunos de los riesgos para la salud mental en el trabajo son los siguientes:
- Políticas inadecuadas de seguridad y protección de la salud.
- Bajo nivel de apoyo a los empleados.
- Horarios de trabajo rígidos.
- Falta de claridad en las áreas u objetivos organizativos.
- Prácticas ineficientes de gestión y comunicación.
- Escaso poder de decisión del trabajador o ausencia de control de su área de trabajo.
Al igual que con cualquier otra enfermedad, la concientización y la detección temprana son fundamentales.
La depresión es una afección compleja con una variada manifestación de pensamientos, sentimientos y comportamientos que pueden afectar a cualquiera y a todos, y una variedad de factores laborales y no laborales podrían estar en juego cuando consideramos a alguien que lucha contra la depresión laboral.
La depresión laboral: ¿Síntomas ?
Identificar los síntomas es esencial para detectar una depresión laboral, pero también hacerlo rápidamente para así evitar un agravamiento. En muchas ocasiones, una persona que experimenta un cuadro de depresión laboral no da importancia a las primeras señales, lo que hace necesaria la ayuda de las personas más cercanas, como nuestros compañeros de trabajo. Ellos identificarán más fácilmente estos posibles problemas y podrán discernir si son algo puntual o se están prolongando en el tiempo. Veamos algunos de ellos:
- Falta de concentración: esta se puede apreciar en la falta de estímulo a las respuestas o peticiones, olvidos frecuentes y al cometer errores de forma reiterada. En este punto, son síntomas especialmente obvios si se relacionan con tareas que el trabajador domina y conoce.
- Desánimo: ir al trabajo sin motivación, solo por obligación, sin ningún tipo de incentivo y generando sentimientos de apatía. Ni siquiera hay respuesta ante los estímulos positivos que se intentan transmitir desde la empresa o sus compañeros. Esto conlleva no disfrutar de las tareas ni de los logros.
- Problemas para tomar decisiones: derivados tanto de la inseguridad como del estado de desánimo.
- Tristeza prolongada: todos podemos estar tristes algún día en el trabajo, incluso este sentimiento puede deberse a razones ajenas al trabajo. Pero si se prolonga durante semanas, debe considerarse como una de las señales de alarma más importantes de depresión laboral.
- Cambios físicos: especialmente en el peso. Ya sea por pérdida de apetito o lo contrario, por comer más y alimentos menos sanos debido a la ansiedad.
- Cansancio: viene unido a otro de los síntomas de la depresión laboral, las alteraciones del sueño. No tener un sueño reparador, dormir poco o no hacerlo no solo afecta de manera negativa al rendimiento laboral, sino también a otros problemas de salud.
La depresión laboral: Causas
Prácticas de trabajo injustas y descripciones inadecuadas de las responsabilidades del trabajador; así como un clima organizacional hostil, pueden además de estrés generar problemas de identidad con la empresa que conlleven a sentimientos de impotencia o la sensación de no pertenecer a ese lugar y caer en depresión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas padecen de depresión. De hecho, desde el punto de vista laboral este padecimiento puede impactar aumentando los índices de ausentismo, lesiones, reclamos por incapacidad, baja productividad, entre otros. Y así como impacta negativamente en los indicadores de producción, también representan un gasto, que según con la OMS actualmente supera los 2 billones de dólares al año.
La depresión laboral es un sentimiento de tristeza profunda, desánimo continuado y falta generalizada de energía y motivación asociada al trabajo. Por lo tanto, algunos de sus síntomas más frecuentes son:
- Sentimiento de tristeza.
- Ansiedad sin motivo aparente.
- Desmotivación laboral.
- Cansancio crónico.
- Irritabilidad.
- Falta de concentración.
- Ausentismo.
Al identificar y reconocer los síntomas de la depresión laboral, no queda más que entrar en acción y ¿qué podemos hacer como empleados o empleadores para contribuir con la solución de este problema?
La depresión laboral: Responsabilidades del empleador
- Tomar conciencia y sensibilizar a tu equipo de trabajo en temas de salud mental.
- Modificar y minimizar los factores de riesgo que pueden incrementar el estrés laboral.
- Procurar que el clima organizacional sea cada vez más ameno.
- Promover la creatividad y participación de todos los miembros del equipo.
- Ser empático y perceptivo a las necesidades de tus trabajadores. Aprende a escucharlos y hazlos sentir importantes para la organización.
La depresión laboral: El papel de los empleados
- Cuida tu salud mental hablando sobre tus sentimientos y emociones sin tabúes.
- Participa en actividades recreativas con regularidad, practicando la resiliencia y promoviendo un clima de trabajo agradable.