Relaciones laborales: Algunos consejos para que mejoren

En nuestra oficina debemos cuidar que tengamos unas relaciones laborales adecuadas para que nuestro día a día no sea tan pesado. Y en el caso que exista stress se pueda sobre llevar. El día de hoy te daremos algunos consejos para que estas relaciones sean más llevaderas. Síguenos leyendo.

Aceptar otras opiniones

Cuatro ojos siempre ven más que dos. Por eso, debemos entender, aceptar e interpretar las opiniones de los demás, siempre y cuando sean constructivas. Las impresiones y conocimientos sobre un trabajo de personas con un punto de vista diferente al nuestro pueden dar un resultado más completo y enriquecedor.

Actitud positiva

Puede sonar repetitivo. Pero la actitud con la que se afronta el trabajo diariamente es determinante para el éxito de las relaciones de todos los empleados. Es necesario que los problemas personales de cada uno queden en casa, y no sean transportados hacia el trabajo.

Relaciones laborales

Si se muestra interesado y amable hacia los demás, propiciará una aproximación entre las personas. Y mejorará el ambiente. Mostrarse alegre y generar buenas conversaciones y tratos. Hará que el día a día en la organización sea excelente.

Ser empático cuando se habla con los compañeros

La empatía es una de las cualidades más buscadas entre los profesionales a la hora de trabajar en equipo. Para conseguir un buen ambiente en la oficina es necesario comprender cómo se encuentra el otro. La comunicación facilita crear relaciones positivas entre los compañeros de trabajo.

Lenguaje corporal

El lenguaje corporal o no-verbal muchas veces dice más que las propias palabras. Así que tenlo muy presente cuando hables con tus compañeros de trabajo. En vez de escucharlos con los brazos cruzados o mirando al techo. Haz un buen contacto visual, ten una postura abierta y atenta. Y asiente en señal de comprensión de vez en cuando.

Acuerdos impecables

Las personas que operan en lugares de trabajo saludables mantienen sus acuerdos. Para ser este tipo de persona: Mantenga los acuerdos que desea hacer; no hagas acuerdos que no puedas cumplir; sepa cuándo deben modificarse los acuerdos y comuníquelo adecuadamente.

No culpes a los demás

Muchas veces, no tenemos la responsabilidad de los errores o de los problemas que comete la empresa en su globalidad. Porque inculpar directamente a terceras personas no es labor o tarea nuestra.

Sin necesidad de acusar a otras personas, podemos salvar nuestra responsabilidad del asunto. No obstante, debemos tener en cuenta que todos somos humanos y todos nos equivocamos así que no debemos hablar mal de nadie. Lo más conveniente es asumir nuestro papel en el asunto y ayudar a las personas que lo necesiten.

Colabora en lo que puedas

No quiero decir de ninguna manera que permitas que se aprovechen de ti sobrecargándote de trabajo. Porque siempre tiene que haber límites claros. Pero sí es importante que te ofrezcas voluntariamente a darle una mano a algún compañero que lo necesite en un momento determinado. También puedes ofrecer ideas y sugerencias.

Convéncete de que la situación depende de ti, no de los demás

 A veces tenemos que lidiar con personas difíciles en el ambiente laboral. Compañeros que no nos caen bien porque en algún momento hicieron o dijeron algo que no nos gustó. O simplemente porque no hay química.

Esto es más común de lo que crees, pero no puedes esperar que ellos cambien para tú sentirte bien. El tema no es cómo ellos te traten a ti, sino cómo tú los trates a ellos. Así que, de forma proactiva, salúdalos muy bien, hazles favores, coopera con ellos. Trátalos como te gustaría que te trataran a ti. Esto los desarmará y podrán tener una mejor relación en el futuro.

Evitar ser parte de chismes

 Ser parte de esta clase de conversaciones es la manera más sencilla de ganarte la desconfianza de tus compañeros. En la medida de lo posible se debe evitar rodearse de los trabajadores que dedican su jornada a esta clase de comentarios.

Escucha de verdad a la otra persona y comprende sus necesidades

Es necesario que practiques lo que se llama escucha activa, que es una habilidad menos común de lo que se piensa. Hoy en día, en la cultura de la prisa y del estrés, es difícil encontrar a alguien que sepa escuchar de verdad. Con serenidad, dándole el tiempo necesario a la otra persona para que exprese lo que quiere decir. Sin interrumpirle, sin presionarle para que diga rápidamente lo que sea.

Asimismo, para comprender cuáles son las necesidades de tu interlocutor, es imprescindible. Percibir, no solo lo que está diciendo directamente, sino también los sentimientos y las ideas que subyacen en su discurso. Pero, además, nunca debes dar nada por supuesto. Una vez que la otra persona haya terminado de exponer su opinión, es necesario que preguntes de forma educada a tu interlocutor para asegurarte de que has comprendido bien lo que ha expresado.

Si logras crear una buena retroalimentación con tu cliente, proveedor. Jefe, colega, etc. Y comprendes bien sus necesidades o lo que demanda de ti, será muy fácil establecer una relación de colaboración mutua.

Hacer frente a los conflictos

Desafortunadamente algunas se veces tendremos que lidiar con conflictos en el lugar de trabajo. Pero si se manejan bien, pueden servir incluso para el desarrollo de relaciones laborales positivas.

Respeta a tus jefes y compañeros

Es importante mantener una ambiente laboral de confianza, amistad, compañerismo, pero sobre todo: Respeto. Un empleado que muestra respeto hacia los demás, siempre será respetado. Un ambiente laboral en donde hay confianza para sincerarse ante cualquier situación siempre nos permitirá hablar con claridad y honestidad y así poder resolver cualquier situación de la mejor manera.

Colabora en lo que puedas

De ninguna manera permitas que se aprovechen de ti sobrecargándote de trabajo, porque siempre tiene que haber límites claros. Pero sí es importante que te ofrezcas voluntariamente a darle una mano a algún compañero que lo necesite en un momento determinado. También puedes ofrecer ideas y sugerencias.